Lemas: Apóstol Ángel María Hernández

1954 

"Acordaos de las palabras que os hablé estando aún con vosotros. Y aceptar las que el Espíritu Santo se ha dignado hablar después de éstas. No aceptar las últimas es rechazar las primeras".

1955

Deje la soberbia; limpie su corazón. Contender con los superiores y murmurar, es sorprenderle, Ap. 22:11.

Tripe Lema 1956

(Primera Parte)
 Estudie, conosca y esté seguro de la voluntad de Dios y déjese llevar por ella. No vaya solo a ninguna parte. Deje que el Señor le lleve seguro y sin tropiezo por el escabroso camino cristiano.
(Segunda Parte)
Alcancé la superación espiritual, vivendo, orando, y esperando la oden divina: no directamente, sino a través de quien lo dirige.
(Tercera Parte)
Hablar mal de un ungido de Dios, es hablar mal de si mismo. Antes de deshonrarle, perdónele si le ha ofendido.

1957

Como la segunda venida del Señor se acerca a paso por día, conduzcamos al pueblo santo con la humildad que es según la justicia de Dios. En todos los actos de justicia, una actitud humilde y compasiva, pero firme y ordenada. Ame al hermarno, pero haga algo por su pecado. De otra manera, está odiando su alma.

1958

Año nuevo: vida nueva. Comience con el añor, pero no envejesca con él. Renueve su vida de día en día. Viva la vida de Cristo, misteriosa y verdadera, encubierta para el mundo y revelada al hombre espiritual quien goza y gozará de sus riquezas aquí y allá.

1959

Evite accidentes espirituales. No diga pecado, diga: peligro espiritual, para que con toda precaución, escrúpulo y responsabilidad lo pueda rechazar cuando fuere tentado. ¡PELIGRO!

1960

Los tiempos son peligrosos. Averiguad con diligencia vuestro estado espiritual. Examinaos a vosotros mismos si estáis en fe. La indiferencia, vuestra peor enemiga. Reconocimiento y confesión: éxito y triunfo.

1961

La causa de Dios en la tierra es invalorable. Con todo el oro del mundo no se compra un alma. Para una causa grande, ¡una defensa grande! Coraza espiritual: verdad, apresto, yelmo, escudo, la espada del Espíritu y ¡a luchar!