A Todos los Sedientos, Venid a las Aguas

A pesar de la desobediencia del pueblo de Israel Ds siempre da una luz de esperanza y hace un llamado a todos los sedientos para que vengan a las aguas. Pero no solamente el llamado es para el pueblo de Israel, Dios también te está llamando a ti en este momento. Ese es un claro ejemplo de que Ds en los momentos más difíciles va a estar a tu lado, pero tienes que oír su llamado, como dice en el vs. 3

Vs. 3 “Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oid, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David”.

No dejes de escuchar la voz de Ds, pues en ella está la salud para nuestra alma, como dice este verso, “haré con vosotros pacto eterno”, y cuando Ds dice algo, lo cumple, porque es fiel a su palabra. Él en las escrituras a través de los tiempos ha hecho promesas muy grandes a sus siervos, y una por una las a cumplido. Para nosotros también hay promesas, y una de ellas es que no nos dejaría solos en este mundo lleno de pecado y de maldad, el Sr dijo “No os dejaré huerfanos” y así ha sido a través de los tiempos, pues en los momentos mas difíciles la iglesia a podido ver la mano de Ds, pero tienes que buscar a Jah.

Busca a JAH ahora que hay tiempo, vs. 6,7; no esperes para mañana ni digas, —“Ahora soy joven y quiero disfrutar de la vida, después lo buscaré”. Tampoco pienses, — “Soy demasiado viejo y ya esto no es para mí”. Cualquiera que sea tu edad este es el momento de buscarle, llámale, no tengas duda, que él te va a responder. Pero para eso tienes que dejar tus malos caminos, como dice el vs. 7, esos caminos de maldad que solo te llevan a la destrucción. Vuélvete a JAH y Él va a tener misericordia de ti.

No importa cual haya sido tu pasado, Él te va a mirar con ojos de amor y es amplio en perdonar, él no guarda rencores, te va a tomar en sus brazos y caminarás seguro con Él. Pero tienes que reconocer lo grande que es Ds, como dice en los vs. 8 y 9, hay mucha diferencia de los pensamientos de Ds y los nuestros, hace una comparación entre la tierra y el cielo, no hay forma de medir cómo son los pensamientos de Ds más grandes que los nuestros. Somos muy pequeños, y eso debemos de aceptarlo, algo difícil de reconocer porque al hombre le gusta el poder, y sentirse grande.

¡Qué importante es reconocer que hay un Creador de todas las cosas, el dueño de todo, y que a su voz todo fue creado! Ds es muy grande y nosotros muy pequeños, pero no nos deja solos, como dice los vs. 9 y 10 “Porque así como la lluvia desciende a la tierra y hace que los árboles den su fruto y la tierra se riega por ella y la hace germinar”… qué importante es el agua para la tierra, pues después de las lluvias vemos árboles verdes y frondosos, las montañas se ponen verdes porque aprovechan el agua que llega a ella; así JAH envía su palabra que sale de su boca la cual no volverá vacía, porque todo lo que Ds ha ordenado a este mundo para que haga así se ha hecho. El sol cumple su labor para lo cual Ds lo hizo, como también la luna, las estrellas, la tierra, los océanos, todo ejecuta la voluntad de Ds, pero que ha pasado con el hombre? Que bueno es que su palabra llegara a tu corazón que está sediento de Él, y también allí fuera prosperada, haciendo cosas maravillosas en tu vida, y así mitigar tu sed, y te sientas lleno de su bendición.

Ds te dice, “Ven a las aguas para que tengas vida”, aprovecha la lluvia de bendiciones que manda a su pueblo. ¿Para qué vivir en un desierto sin agua si Ds tiene ríos de aguas para los suyos? Deja que su palabra haga su obra en tu corazón y verás muchos frutos y te gozarás en JAH, como dicen los vs. 12 y 13.

1.A TODOS los sedientos: Venid á las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.

2. ¿Por qué gastáis el dinero no en pan, y vuestro trabajo no en hartura? Oidme atentamente, y comed del bien, y deleitaráse vuestra alma con grosura.

3. Inclinad vuestros oídos, y venid á mí; oid, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes á David.

4. He aquí, que yo lo dí por testigo á los pueblos, por jefe y por maestro á las naciones.

5. He aquí, llamarás á gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán á ti; por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

6. Buscad á Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.

7. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

8. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

9. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

10. Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que harta la tierra, y la hace germinar y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come;

11. Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

12. Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.

13. En lugar de la zarza crecerá haya, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán: y será á Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.