Obispo David Higuera

1970 - Presente

 El Carismático Y Dinámico Obispo, Caracterizado Como Su Coadjutor Timoteo, El Obispo De Éfeso...

David Higuera Rolón, ciudadano natural mexicano, nació en el Valle de Mexicali en el estado de Baja California el 6 de diciembre de 1970. Hijo del gran siervo de Dios, el Supervisor Salomé Higuera Arce y la Super Diaconisa Martha Rolón Quiróz, llegó el evangelio a su vida a la edad de 10 años por medio de su padre (quién luego se convertiría en oficial de la iglesia y actualmente duerme en el Señor). Junto con su familia, abrazó el evangelio con todo su corazón.

El 1ero de enero de 1984, a los 13 años edad, fue sumergido en las aguas del bautismo. Dos años más tarde, el 11 de julio de 1986, en unos cultos de espera, recibió el don del Espíritu Santo. Al día siguiente, dedicó su vida por completo al servicio de Dios. Fue ascendido al grado de Predicador el 18 de agosto de 1987. Al mismo tiempo, fue nombrado Encargado del Centro de Rehabilitación en la ciudad de Tijuana, B.C., México. Asimismo, trabajó enérgicamente, ganando muchas almas en la tarea asignada, y el 22 de junio de 1988, fue nombrado como Pastor Evangelista de la Iglesia. Siendo su esfuerzo y dedicación a la causa de Dios de gran consideración, fue asignado como Jefe de Campaña del Pacífico en el país mexicano. Posteriormente, fue nombrado al grado de Evangelista en marzo de 1989. Aproximadamente un años después de su nombramiento, el 8 de octubre de 1990, se unió en matrimonio con la joven predicadora Lucía Rebeca Hernández.

El 4 de julio de 1992, fue nombrado como Supervisor, esta comisión le constituyó como un oficial de la Iglesia, fue entonces que lo nombraron jefe de la parte sureña de México. Al cumplir con todas las expectativas fielmente, fue ascendido al rango de Supervisor Mayor el 15 de marzo de 1997. En 1999, por testimonio de Dios y a través de la Dirección de la Iglesia, se estableció que todo aquel que recibiera el don de interpretación de lengua sería inmediatamente promovido al grado de Superintendente. Siendo así, Higuera tuvo el privilegio de obtener este precioso don, y el 20 de enero de 1999 fue ascendido al alto grado de Superintendente.

En la gloriosa Conferencia Internacional del 22 de enero del 2000, por testimonio y gracia de Dios, fue ordenado como Obispo de nuestra Iglesia.
Él continuó laborando con rigor y sin escatimo alguno por la causa de Dios. Cinco años más tarde, sucediendo a la muerte del Apóstol Rolando González, el 10 de diciembre del 2005, formó a ser parte de la Dirección de la Iglesia, comenzando así la era de la Junta de Obispos (Misión de Administración Provisional, 2005-2007).

Muchas son las virtudes que reflejan a un hombre de Dios y el Obispo David Higuera es un testimonio vivo de ello. Su personalidad carismática y enérgica es capaz de encender el espíritu de un alma desalentada, un corazón desanimado, o simplemente, un oído presto a escuchar una palabra de consejo o consuelo. Su disposición ante todo, su buen humor natural, están siempre presentes en su persona, independientemente del lugar o situación. Además, su carácter distintivo tanto interno como externo traen consigo: integridad, honestidad, y sobre todo la determinación de terminar la carrera espiritual hasta el final.

Y por todo su esfuerzo y dedicación a la obra del Señor, ¿estará su su nombre escrito en el Libro de la Vida?